Varios estudios indican que en la última década se ha reducido el consumo de fruta un 25% especialmente entre los jóvenes
Tal y como han ido recogiendo varios medios durante las últimas semanas, el consumo de fruta en España se ha reducido en los últimos años, especialmente en los jóvenes a partir de los 20 años. El último informe de consumo alimentario del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), en el que se analizan los datos de 2023, indica que en la última década se ha reducido cerca de un 25% el consumo de fruta en nuestro país.
Este descenso en el consumo de fruta tiene efectos en el sector hortofrutícola nacional y en la salud de los ciudadanos. Esta continua caída agrava los desequilibrios entre oferta y demanda, así como las crisis de mercado en el sector, según algunos profesionales del campo.
Desde varios sectores piden acciones de promoción del consumo de fruta, tanto por los beneficios en la salud como estímulo y apoyo a los profesionales del sector.
Aumentar el consumo de fruta y verdura es el primer paso para seguir una dieta equilibrada. Los expertos consideran que promover su ingesta en niños y adolescentes es clave para que los buenos hábitos alimentarios se mantengan en la edad adulta.
La comarca del Bajo/Baix Cinca, así como otras zonas como el Cinca Medio y La Litera, son las principales productoras de fruta en la provincia de Huesca. Según algunas estimaciones, se creen que este año saldrán más de 300 millones de kilos en una campaña que, por ahora, se califica de «buena» en cuanto a la calidad y la producción.
Aragón y Cataluña son los principales productores de fruta dulce de España. Europa sigue siendo el mercado mayoritario, aunque el objetivo de muchas explotaciones agrícolas es ampliar con la mirada puesta en Asia y especialmente en China.
No obstante, no hay que olvidar que el sector lleva años sufriendo constantes reveses. Entre sus reivindicaciones recuerdan que todavía no saben a qué precio van a vender la fruta y nunca acaba de llegar la Ley de Cadena Alimentaria.
En esta línea, la Asociación AEGA, surgida del descontento y las movilizaciones de agricultores y ganaderos en febrero, es una de las entidades más críticas con el actual sistema burocrático y, entre otras reivindicaciones, demanda elecciones a las cámaras agrarias, «bloqueadas«, según dicen, desde hace más de 20 años.