El centro fragatino, gestionado por la Fundación Jaime Vera Monclús, ha sido una de las entidades beneficiarias de las ayudas sociales de Fundación Ibercaja por su proyecto de desinstitucionalización a través de un piso tutelado pionero en Aragón
La Residencia Sagrado Corazón de Jesús de Fraga ha sido una de las 27 entidades sociales de la provincia de Huesca que han recibido apoyo económico de Fundación Ibercaja en el marco de su vigésima convocatoria nacional de Proyectos Sociales. La ayuda se destinará al programa piloto de desinstitucionalización impulsado por el centro fragatino, que incluye la puesta en marcha de un piso tutelado orientado a fomentar la autonomía de las personas con menor grado de dependencia.
Acto de entrega en Huesca
El acto de entrega de los convenios se celebró en la sede de Fundación Ibercaja en Huesca y contó con la participación de su director general, José Luis Rodrigo, acompañado por la alcaldesa de Huesca, Lorena Orduna, y representantes de la entidad como Inés González, jefa de Acción Social; Roberto Cerdán, jefe de Centros y director de Fundación Ibercaja Huesca; y José María Coiduras, director provincial de Ibercaja en Huesca. En representación de la residencia fragatina asistió su directora, Natalia Fortón, junto a Paula Godayol, enfermera y responsable de calidad del centro.

Una convocatoria con impacto nacional
La convocatoria de ayudas de Fundación Ibercaja tiene como objetivo impulsar a las entidades sociales que, de la misma forma que lo hace la Residencia Sagrado Corazón de Jesús, trabajan por reducir desigualdades y mejorar la calidad de vida de colectivos vulnerables. En esta edición, la entidad apoya 315 proyectos en toda España, con un alcance estimado de más de 100.000 personas. En Aragón, un total de 128 asociaciones del tercer sector han sido seleccionadas por su impacto social y su capacidad de innovación en el ámbito del cuidado y la inclusión.
Un modelo innovador en Fraga
El proyecto presentado por la Residencia Sagrado Corazón de Jesús se centra en ofrecer alternativas al modelo tradicional de atención, facilitando a los residentes con menor dependencia un entorno adaptado donde puedan mantener su autonomía con apoyo profesional. Esta iniciativa, que ya funciona en Fraga desde la primavera, se ha convertido en un referente por su enfoque personalizado y su contribución a una nueva forma de entender el cuidado de las personas mayores.






