La Sala Goya se ha convertido en el escenario del talento, la emoción y la pasión musical con motivo del cierre del curso de la Escuela Municipal de Música “José Ferrer” y la tradicional Audición de Verano del Coro de Mequinenza
La Sala Goya se ha convertido en el escenario del talento, la emoción y la pasión musical con motivo del cierre del curso de la Escuela Municipal de Música “José Ferrer” y la tradicional Audición de Verano del Coro de Mequinenza. Dos citas que han reunido a alumnado, profesorado, familias y vecinos para celebrar la música como elemento de aprendizaje, expresión artística y unión comunitaria.
Coincidiendo con la conmemoración del Día Europeo de la Música, los alumnos y alumnas de la Escuela ofrecieron un recital repleto de energía y variedad. Desde los más pequeños hasta los más veteranos, todos mostraron sobre el escenario su evolución musical y su entusiasmo, interpretando piezas individuales y en grupo que abarcaron desde la percusión corporal hasta conocidas melodías del panorama actual. El punto culminante fue la interpretación conjunta del tema “Sort de tu”, del grupo catalán Oques Grasses, con el que se cerró el concierto.
Por su parte, el Coro de Mequinenza también celebró su fin de curso con una audición cargada de simbolismo. Además del repertorio vocal e instrumental que recorrió distintos estilos y épocas, el momento más emotivo llegó con el homenaje a cuatro de sus integrantes: Jordi Aguilar, Enriqueta Moncada, Purificación García y Visita Catalán, que se despiden de la formación tras años de dedicación y compromiso. El público despidió al Coro en pie y con una ovación tras la interpretación de “El meu Poble”, del grupo Txarango.
Ambas actuaciones han reafirmado el papel de la música como motor cultural y emocional en Mequinenza, así como el valor del trabajo colectivo y la implicación de quienes mantienen viva la actividad artística local. La música, como demostraron en ambas citas, no solo se aprende: se siente, se comparte y se celebra.
